miércoles, 17 de diciembre de 2008


Si a media noche, por la carretera, que te conté, detrás de una gasolinera, donde llené; te hacen un guiño unas bombillas azules, rojas y amarillas: Pórtate bien... y frena. Y si la Magdalena pide un trago, tú la invitas a cien, que yo los pago. Acércate a su puerta y llama. Si te mueres de sed, si ya no juegas a las damas ni con tu mujer; sólo te pido que me escribas, contándome si sigue viva la virgen del pecado... la novia de la flor de la saliva, el sexo con amor de los casados. Dueña de un corazón tan cinco estrellas que hasta el hijo de un dios una vez que la vio, se fue con ella. Y nunca le cobró la magdalena.

Si estás más solo que la luna, déjate convencer. Brindando a mi salud con una que yo me sé. Y cuando suban las bebidas, el doble de lo que te pida dale por sus favores, que en casa de maría de magdala las malas compañías son las mejores. Si llevas grasa en la guantera, un alma que perder: aparca junto a sus caderas de leche y miel. Entre dos curvas redentoras la más prohibida de las frutas te espera hasta la aurora... La más señora de todas las putas, la más puta de todas las señoras... Con ese corazón tan cinco estrellas que hasta el hijo de un dios una vez que la vio se fue con ella, y nunca le cobró la Magdalena.

No hay comentarios: