Es difícil encontrar un espacio de comodidad dentro de este planeta, pero cuando lo encontramos, ya no queremos movernos de ahí... ¿Está bien eso?. En un mismo sitio vamos a ver siempre las mismas caras, escuchar siempre las mismas opiniones, toparnos siempre con los mismos problemas. Es difícil avanzar y cambiar de aire.

Digamos que nos movemos un paso, y todo lo que creíamos saber cambia, se amplifica. Evolucionamos... ¿Tentador, no? No debemos quedaron en el lugar común, donde más fácil se nos hace, porque ahí no podríamos ascender, retroceder, solo nos quedaríamos en el lugar, en ése lugar. Debemos avanzar, romper la esfera, el círculo. Cuando comenzamos a encontrarnos con caras nuevas, situaciones que nos descoloquen, ahí es cuando vamos a sentir miedo, ansiedad, sorpresa; y esas son sensaciones que debemos sentir para superarnos.

No lejos de perder con vos de nuevo por goleada, me quedo a solas con la noche, que es negra y hostil. Igual sigo creyendo ser la parte que te falta... lo que me falta no lo vas a compartirlo.

Queda un alma en pie. Solo el camión de la basura, un taxi pasa lento y no me lo puedo pagar. Me duele tropezar dos veces con la misma piedra... la piedra que tiene tu forma de mirar.

Yo se que en pocos días voy a remplazarte: te voy a hacer poesía, borracheras o cancíon. El problema es hoy, esta madrugada, atesorando entre mis dedos lo que queda de tu olor. No lejos de pasar el día rearmando tu cara, diciendote las cosas que no te supe decir.

Me paro en medio de la calle, miro a la distancia... el 132 va a tardar en venir.

Yo se que en pocos días voy a remplazarte: te voy a hacer poesía, borracheras o cancíon. El problema es hoy, esta madrugada, atesorando entre mis dedos lo que queda del perfume sin perfume de tu cuerpo... el misterio de tu olor.

Que triste tropezar dos veces con la misma piedra, la piedra que tiene tu forma de olvidar.